miércoles, 26 de agosto de 2015

"El Cambiazo" Claves sobre el contrabando de billetes y la frontera zuliana.

     

        La economía venezolana es tan particular y tan única en su comprensión, que inclusive el nombre de los fenómenos económicos que en ella ocurren poseen nombres  particulares, típicos del ideario venezolano, como lo es el “bachaqueo” expresión coloquial alusiva a un tipo de insectos con la cual se denomina al arbitraje de bienes (fenómeno consistente en llevar artículos de un mercado con un precio menor a otro de precio mayor para generar una ganancia) y que se ha instaurado como una de las expresiones más perversas de la llamada Guerra Económica, a la cual se le atribuye la situación económica de ese país desde el discurso oficial.

            Aunque popularizado localmente, debido a los incentivos creados por la tasa de cambio bolívar/peso imperante en el mercado no oficial de divisas, el bachaqueo se ha extendido a la frontera colombo-venezolana, especialmente la ubicada en los estados venezolanos de Táchira y Zulia – ambos importantes centros poblados del país – para convertirse en lo que formalmente se denomina “contrabando de extracción”, alcanzando una nueva dimensión, solo comparable con los beneficios subyacentes tras la adquisición de casi cualquier bien en Venezuela por parte de tenedores de pesos colombianos.

            Por ejemplo, el precio de un kilogramo de leche pulverizada regulada en Maracaibo (VEN) tiene un precio de 70 Bs, mientras que del otro lado de la frontera, en Maicao (COL) el mismo kilogramo puede venderse por el equivalente a 500 Bs, creando grandes incentivos para la extracción, sobre todo para aquellas personas que no encuentran en el mercado laboral formal alternativas para cubrir sus necesidades básicas.

            Para detener este fenómeno, las autoridades venezolanas han implementado diversos mecanismos para intentar restringir las posibilidades de bachaquear y evitar los efectos que este fenómeno tiene sobre la escasez y la dotación relativa de los artículos objetos del arbitraje en estas zonas, como por ejemplo, la restricción de compra según el terminal del documento de identidad, el chip para el tanqueo de gasolina, entre otras medidas.

            Sin embargo, en el estado Zulia (territorio del occidente venezolano que limita con La Goajira colombiana), ocurre un fenómeno particular alrededor del contrabando de extracción que da lugar a un sistema paralelo que fija un “tipo de cambio” a lo interno de la misma moneda venezolana.

            Conocido entre los implicados como “el cambiazo”, el mecanismo consiste en la extracción de billetes venezolanos de alta denominación hasta la ciudad fronteriza de Maicao, en la cual son adquiridos por cambistas a cambio de una prima, que es pagada también en monedea venezolana pero en billetes de baja denominación, convirtiendo al dinero – inicialmente instrumento de pago- en otra mercancía atractiva para el arbitraje.

            La explicación detrás de tan particular fenómeno subyace en la demanda de dinero con fines transaccionales por parte de agentes residenciados en Colombia que adquieren productos en Venezuela, puesto que es más sencillo trasladar mayores sumas en billetes de alta denominación, permitiendo adquirir un mayor volumen de bienes.

            Es importante recalcar que se trata de un mercado informal, en el cual las operaciones tienen lugar en efectivo y sin fiscalización.

            El cambiazo consiste en que, por cada billete de 100 Bs pueden obtenerse entre 140 y 150 Bs en billetes de denominaciones menores, lo cual daría lugar a un “tipo de cambio” entre los billetes venezolanos de alta y baja denominación. Así pues, asumiendo que solo se intercambian billetes de 100 por billetes de 20, cada uno de los primeros valdría el equivalente a 7 unidades de los segundos, dando lugar a un incremento de la oferta monetaria, equivalente a 40 bs.

            Por ejemplo, una persona que lleve el equivalente a 5 mil bolívares en billetes de 100 Bs puede obtener una ganancia de 2 mil bolívares a través del cambiazo.

            ¿Por qué es posible este evento? La respuesta está las diferencias de precios entre los bienes en Maracaibo y Maicao generada por el tipo de cambio no oficial peso-bolívar imperante en la frontera; este diferencial da lugar a un ahorro para los consumidores tenedores de pesos, el cual permite financiar el interés pagado sobre el “billete grande”.

            Ante esta situación, las autoridades locales han optado por restringir la oferta de billetes de alta denominación en el estado Zulia, disponiendo un monto máximo para retiros en efectivo y expendio en cajeros automáticos.


            Al analizar los datos sobre la oferta de billetes según su denominación que publica el Banco Central de Venezuela se encuentra que, para el mes de junio, el 33% de las piezas en circulación son billetes de 100 bs, siendo esta la mayor proporción del total, mientras que la dotación de billetes de 20 alcanza solo un 12% de participación.
Asumiendo que la distribución inicial de piezas para la región zuliana es la misma que la presentada por el Banco Central, la dotación de billetes de menor denominación da lugar un número de piezas 40% mayor que el número de piezas de billetes de 100 bs, lo cual casualmente es el interés pagado por los cambistas por cada pieza de alta denominación.

            Las dimensiones de las diferencias de precios de los artículos en ambas naciones es tal, que sigue siendo atractivo para los tenedores de pesos adquirir una pieza de cambio (billete de bolívares) por un valor superior al valor facial, haciendo que se genere una tasa de interés sobre un activo (dinero) que en principio, no tiene ningún rendimiento.

            Partiendo de la sustituibilidad de los activos financieros, con este fenómeno es de esperarse que una mayor cantidad de zulianos deseen trasladar una mayor porción de su riqueza a efectivo por encima de otros activos financieros denominados en bolívares disponibles como cuentas bancarias de ahorro, depósitos a plazo entre otros, puesto que el rendimiento efectivo logrado a través del efectivo de alta denominación sería mucho más atractivo que el de estos activos tradicionales, ya de por sí con tasas de interés negativas como producto de los altos niveles de inflación.


            El fenómeno observado es resultado del diferencial cambiario existente entre las divisas de ambas naciones, claramente incentivado por los controles y subsidios de los cuales gozan bienes de primera necesidad que el Estado busca proteger para favorecer a los segmentos de la sociedad más desfavorecidos, pero que dan lugar a actividades de arbitraje que generan efectos no deseados sobre variables sensibles como la escasez, la informalidad y el contrabando.