sábado, 10 de octubre de 2009

Su gol nos dice que llegó el final



El fin de esta historia de anhelos, sueños y esperanzas llegó a su fin en esa triste noche del 10 de Octubre, en medio de la tristeza y frustración de 42mil almas presentes en el Cachamay que fue la escena del crimen donde se le dio muerte al sueño de mundialista venezolano. Aparte de esas otras 27 millones de almas que vieron sus sueños derrumbarse en 90 minutos de agonía a través de una pantalla que transmitía fielmente los sentimientos vividos en la cancha.

Así entonces, a las 5:36 min. de la tarde comenzaría la "hora cero" de 180 minutos en los cuales la vinotinto se jugaría la vida en par de mortales batallas donde debíamos ¡matar o morir! y precisábamos ganar el primer round para disputar el segundo. La primera lucha tuvo lugar en un magno CTE Cachamai, que albergó en sus magestuosas columnas de concreto toneladas de esperanza, ganas y una confianza extraordinaria de un pueblo venezolano en su selección. 42mil almas volcadas completamente sobre su selección y que no tendrían la más mínima duda en dejar la garganta en los graderíos para impulsar a su equipo a la victoria. Con esa atmósfera arrancó el partido, 90 min para dirimir el futuro cercano de nuestra selección, a partir de ese momento pasaron a repozar en los pies de esos 11 hombres los pálpitos vitales de la principal causa que une a este separado país, la clarificación al mundial.

Saltarían a la cancha: Renny en el arco, Fuenmayor, Vizcarrondo, Lucena y Boada en la saga defensiva; en la mitad de la cancha Seijas y Rincón acompañados por Arango y el "Maestrico" González; y finalmente en punta estarían Gian Maldonado y "Miku" Fedor. El comprimiso comenzaría como un "toma y dame" por parte de ambas selecciones, donde la ansiedad y el deseo aflorarían en los primeros 20min del compromiso. Un primer tiempo un tanto "gris" para ambas selecciones con contadas ocasiones de gol y un juego muy trabado en la mitad de la cancha con mucho desorden y poca movilidad por parte de González y Arango.
Finalizaría un primer tiempo que dejó dudas del impetud que debía mostrar Venezuela pero que no amilanó las ganas del público que recargó sus tanques con un par de bebidas que compró en el entretiempo. Todo estaba listo para que en 45 min la vinotinto terminara de imponer condiciones y conseguir una victoria que le valdría una entrada para disputar ese ultimo combate ante el capeón de los pesos pesados suramericanos, Brasil.
Empezaría a rodar el balón en el Cachamai y la balanza se inclinaría hacia la causa paraguaya que pondría el compás del partido y los venzolanos lucharían con más garra que orden por equilibrar la causa e inclinarla hacia la suya. Al minuto 56 sonaría el primer balazo que daría en el pecho del conjunto venezolano, después de un mal cobro de una falta en el extremo izquierdo del área paraguaya se iniciaría un contragolpe a toda velocidad que tras una mala salida de Renny Vega terminaría en el primer gol de Paraguay, y comenzaría con la agónica muerte del sueño venezolano. En Venezuela comenzó a imperar el desorden y el desespero que dió cavida a que Paraguay jugara a sus anchas y en el minuto 80 caería el segundo disparo que dio muerte definitiva a la causa criolla, fué Oscar "Tacuara" Cardozo el fulisador del sueño de toda esa gente que veía como se escurría entre sus manos la chance de seguir soñando por una anhelada plaza que los pusiera en Sudáfrica.
En el 82 llegaría la chance del descuento para los criollos con un penal cometido sobre el recién ingresado "Pequeño" Rondón, la chance la ejecutaría Nicolás Fedor que no pudo desde los 12 pazos y terminó de correr la lágrima en el rostro de un desepcionado venezolano.
Al minuto 85 Alexander "Pequeño" Rondón maracaría el descuento en una jugada elaborada a fuerza de ganas e ímpetu que fué lo que trajo por gandolas el incombustible ariete venezolano, esto despertó un destello de esperanza en los aficionados que seguían el partido, pero sería solo eso, un destello, porque a la postre el encuentro terminaría 1 - 2 . . acabando de una vez por todas con un sueño que estuvo vivo por casi 4 años.

La tristeza y la decepción se harían con los sentimientos de esos guerreros que lucharon hasta el final dejando hasta el alma en la cancha, y que sin embargo, sería insuficiente para mantener esa sonrisa que se transformaría en tristeza en el rostro de todo aquel que se sienta parte de esta selección venezolana. El sueño llegó a su final y nos despertamos fuera del mundial . . pero ojo, muchas cosas han cambiado durante este sueño, y muchas alegrías vivimos estando dormidos y muchas más vendrán gracias a ese sueño ahora que estamos despiertos. Este período (aunque es difícil darle nombre a ese sentir que tuvimos durante estos 3 años) dejó inaugurado y funcionando el edificio del desarrollo del fútbol nacional, nuestro balompié dio pasos agigantados y que nos sacaron de una vez por todas del sótano del fútbol y nos volvieron más orgullosos de nuestra selección a cada uno de los que nos hacemos llamar venezolanos.
La vinotinto ya no es -ni será- un equipo de fútbol más de once tipos que le dan patadas a un balón y casi siempre pierden, ahora nuestra selección es nuestra Vinotinto, es parte de nuestras vidas y ocasionalmente dueña de nuestras emociones, es uno de los estandartes de nuestro gentilicio y es la espada con la que blandimos nuestra lucha contra la separación de nuestro pueblo. Ahora la historia es otra y todavía hay mucho cuento que contar. Le damos gracias con el corazón en la mano a esos hombres que han sembrado en nosotros ese sentir de pertenencia y de esperanza en nuestro país, en nuestro nombre, y que nos hace sentirnos tras cada gambeta, tras cada gol . . orgullosos de ser venezolanos.


Gracias vinotinto, gracias a todos los que nos hicieron creer en tí y que nos hacen seguir creyendo. Con todo el orgullo que tengo le digo al mundo que estoy orgulloso de ser hincha de la vinotinto, hijo de la patria de Bolívar y orgulloso de ser venezolano !

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