Son los Heroes de Cartón

Muchos de nostros hemos quedado realmente sorprendidos con los nombres que saltaron a la palestra de los esteriodes desde la publicación del Informe Mitchell. Siempre supimos que los diamantes norteamericanos escondían el preciado secreto de los esteroides, y paradógicamente se cumplía el dicho ''ojos que no ven corazón que no siente'' porque no es que la gente no supiese que se utilizaban esteroides en las Grandes Ligas, pero como nadie podía dar fé de ello, se convirtio entonces en algo que todos sabían pero de lo que nadie sabía nada.

Pero sin duda este teatro no se podía mantener por mucho tiempo, debido a la gran cantidad de gente que está estrechamente involucrada a la disciplina, más temprano que tarde trinaría el primer pajarito y todo se vendría abajo. En efecto así fue y comenzaron a desmoronarce las hazañas y las fortalezas de ''superastros'' del beisbol que se llevaron con si las admiraciones, sueños e iluciones de cientos y miles de fanáticos del beisbol en todo el mundo.

Esto nos hace pensar que aquellos ídolos que admiramos alguna vez por las hazañas logradas a fuerza de empeño, sacrificio, habilidad y corazón fuera de serie, no eran más que una buena docis de anabólicos acompañados si acaso con un poquito de lo anterior. ¿Qué me pueden decir de Alex Rodriguez? que pintaba como uno, (si no ''el'), hombre más completo del beisbol, que combinaba fuerza, defensa y rapidez, y terminó pidiendo disculpas mientras lloraba por haber roto el corazón de cientos de personas que veían a su ídolo desvanecerse.

Del gran Miguel Tejada, que irrumpía como un shortstop capaz de fildear como los mejores y batear como todo un slugger de primera. Del buen Roger Clemmens, con quién crecí viendo como con sus pitcheos hacía deslucir a los mejores del circuito. Todos estos hombres(y otros que no mencioné) terminaron siendo lo mismo '' un montón de pinchados'' que como si fuera poco no solo nos desilucionan, sino que nos quitan la fé y nos vuelven uno de esos que no creen en nadie;

¿Ahora que los que parecían intocables y era impensable para nosotros que usaran esteroides, calleron, porque no cualquier otro más? ¿por qué no Miguel Cabrera? o ¿Ryan Howard? y pare de contar.

Así que estos hombres que crearon una atmósfera irreal que nos hizo pensar que las Grandes Ligas era el mejor espectáculo del mundo, ahora nos dan una ''bofetada'' al hacernos perder la fé y ese ''cariño'' que nos emociona cada vez que observamos un juego de Béisbol.

Sin duda las Grandes Ligas siguen siendo uno de los mejores espectáculos del mundo, uno con todos los pallasos.