lunes, 1 de junio de 2009

El rojo de mis amores...

Esa fué la consigna que se escuchó en los verdes graderios del Olímpico durante toda la temporada 2008-2009 de nuestro balompié nacional. Caracas Fc lo hizo otra vez, como ya nos tiene acostumbrados el rojo se adueñó de unos de los torneos (clausura) y disputó la monarquía absoluta contra el deportivo Italia, arrojando un saldo muy muy favorable para el rojo (6-1) que le consedió su 10 estrella para aumentar su ventaja como el más galardonado del país.




Es merecedor de gritos y aplausos el trabajo que realizó el grupo capitalino para lograr convertir una modesta cifra de 500 aficionados en una de las más grandes y fieles del país, por algo se dieron cita en el olímpico cerca de 15mil personas para presenciar al rojo salir campeón.





El esfuerzo conjunto de jugadores, técnicos, directivos y fanaticos dio su 10mo fruto en un árbol de exitos y alegrias al que está asociado el Caracas. El profe Sanvicente demostró una vez más su capacidad y su calidad al acoplar un buen grupo de jugadores recién llegados a principios del clausura con los ya legionarios de la institución, para formar así una tropa compacta, conocedora, habilidosa y con mucho orgullo y amor que fué una aplanadora en los momentos pequeños y desmostró crecerse ante la adversidad.

Como ya mencioné en mi anterior publicación, la constacia ha sido el motor de un Caracas que se nutre de sus canteras, de las buenas deciciones de sus directivos y la garra y corazón de sus fanáticos. Es por eso amigos que el rojo es sinónimo de victória, de compromiso, alegría, confianza y seriedad, que sirve como ejemplo a un renacinte fútbol venezolano de como hacer bien las cosas, y de como lograr sonar duro más haya de nuestras fronteras.



Mis más sentidas y alegres felicitaciones al plantel del Caracas FC y retóricamente a la fanaticada ''Siempre Fiel Siempre Presente'' de nuestro Caracas.

1..2..3.. ¡Caracas otra vez!

Rafael Labrador

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